martes, 17 de noviembre de 2020

 Salmos 126:1-3

Cuando el Señor nos hizo renacer, creíamos estar soñando. Entonces nuestra boca se llenó de sonrisas, nuestra lengua de canciones. Los otros pueblos decían: El Señor ha hecho maravillas por ellos. El Señor ha hecho maravillas por nosotros y estamos alegres.

Este es el resultado de la obra de Dios en una vida, una familia, una empresa y hasta en una Nación entera, como en este caso. Todo aquello que producía tristeza, angustia, dolor, desesperanza, ausencia de sueños, fue completamente transformado.


Permite que Dios actúe en tu vida, que haga renacer tu hogar; pedile que transforme tu nación. Entonces  tus labios volverán a cantar y tu boca a sonreír.


Orá así: Padre Dios, reconozco que necesito renacer, volver a soñar y tener esperanza. Te pido que hagas maravillas en mi vida, que resucite mi hogar, que mi nación sea transformada. En el Nombre de Jesús, amén.

 

¡Bendecido Martes!

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