Devocional: 09/04/2020
En el Antiguo Testamento podemos ver que
antes de la liberación de Israel del pueblo egipcio, Dios envió una última
plaga “La muerte de los primogénitos”. Ante esto Dios envió a que su pueblo
matara un cordero, el cual debía ser comido en familia, y con la sangre del
animal, pintar los dinteles de sus casas, de esta manera la muerte no podría
tocarlos.
Hoy, nosotros, gracias al sacrificio de
Jesucristo estamos libres por su sangre, de nuestros pescados. Pagó el precio y
nos libró de la muerte.
Juan
1:29 dice: “Al día siguiente, Juan vio a Jesús, que
Se acercaba a él, y dijo: “¡miren, ese
Es el cordero de dios, que quita el
Pecado del mundo!”
Gracias a su sacrificio, no necesitamos
matar animales, ni hacer sacrificios, porque Jesús lo hizo una vez y para
siempre, lo único que nosotros debemos hacer es aceptarlo en nuestro corazón y
dejar que Él reine en nuestras vidas.
Saludos, prof.
Sabrina
No hay comentarios:
Publicar un comentario