Hola estudiantes de segundo año, a continuación les
dejo una serie de actividades para trabajar el cuento realista, tema que
trabajamos la semana pasada.
Les pido que los días que haya videoconferencias, se
conecten para poder despejar toda duda respecto a los temas que voy
desarrollando.
Sepan también que los trabajos los recibo, de no ser
así, desde la escuela les estarán informando.
La fecha de entrega será el próximo jueves 23 de
abril.
La videoconferencia la realizaremos a
través de HANGOUTS, con el siguiente link: https://hangouts.google.com/call/CJRQwv89XWCwgkPL-mlSAEEE el día miércoles 22 de abril, de 15:30 hs a 16:30 hs.
ACTIVIDADES:
1.
Lee el siguiente texto “UNA PIEZA DE
ROMPECABEZAS”, extraído del libro: EL INVENTOR DE JUEGOS; de Pablo De Santis.
2.
¿Pertenece al género realista? ¿Por qué?
3.
Si tu respuesta fue afirmativa, indica
en el texto aquellos elementos que te demuestren que es realista.
UNA PIEZA DE ROMPECABEZAS
Quince días después de hacer el envío Iván recibió
correspondencia. La estampilla que llevaba el sobre tenía la imagen del
Trasatlántico Napoleón, que surcaba un mar verde y encrespado. El barco
era tan gigantesco que imprimía sus propias estampillas, como si se tratara de
un país.
Martes 7 de abril, Trasatlántico
Napoleón,
Océano Pacifico.
Querido Iván:
Tu juego ha resultado seleccionado entre
los diez mil mejores. Te enviamos un tatuaje con la insignia de nuestra
Compañía.
Mientras tanto, tu juego sigue en
concurso por el Premio Mayor.
Tus amigos de los Juegos Profundos
.
Iván sacó el tatuaje del sobre y lo miró largamente.
Al principio se había entusiasmado, pensando que el envío significaba que
estaba muy cerca de ganar el premio. Pero cuanto más pensaba en la cantidad de
participantes —diez mil— más lejano le parecía el triunfo. Y el tatuaje no le
servía de consuelo: los chicles o los caramelos acostumbraban traer tatuajes
semejantes. Costaban centavos.
Pensó en
guardarlo como un recuerdo pero al final decidió llevar el tatuaje en la palma
de la mano derecha. Había que despegarlo del papel transparente y luego frotar la
imagen contra la piel. El dibujo representaba una pieza de rompecabezas, con la
silueta de una casa en su interior. Su madre no quedó en absoluto impresionada
con el tatuaje.
—Hoy te parece lindo, pero mañana se convertirá en
una mancha sin forma.
Los primeros días trató de mantener su tatuaje a
salvo del agua, para que no se borrara. Cuando se bañaba o se lavaba las manos,
evitaba que el agua cayera sobre el dibujo. Con el transcurso de los días, y
aun de las semanas, se dio cuenta de que no había ningún peligro: el tatuaje
era tan indeleble como uno de verdad.
Su madre trató de sacarlo con alcohol, con solvente
y luego con un cepillo de cerda dura, que le dejó la piel irritada y dolorida.
También llevó a Iván a un médico, que luego de estudiar el tatuaje con una lupa
dijo que jamás había visto nada semejante.
—La tinta ha entrado profundamente en la piel, como
si se tratara de un tatuaje de verdad. Llevará su tiempo, pero estoy seguro de
que terminará por desaparecer.
Pero
en los cinco años siguientes el tatuaje no solo no se borró, sino que se hizo más
profundo, más nítida su línea y más vivo su color. Cuando se miraba la mano Iván
no sentía que era un dibujo agregado, sino la señal de que algo le faltaba, que
en alguna parte había una pieza que tenía que buscar, y que solo al hallarla
estaría completo.
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